Noviembre de 1999, Londres. Emma lleva una existencia triste y anodina desde la muerte de sus padres, pero cuando la tragedia la golpea de nuevo, decide dar un giro a su vida y empezar de cero en Wellington, la ciudad más feliz del planeta. Allí conoce a David, el misterioso dueño de una pequeña cafetería que la ayudará a instalarse, aunque también esconde muchas cicatrices que lo atormentan.
¿Serán capaces Emma y David de dejar atrás los fantasmas del pasado y concederse una segunda oportunidad?
Reseña
Nadie muere en Wellington nos adentra en la vida de Emma, una joven que ha perdido la ilusión en su vida, tras la muerte de sus padres hace años. Además de esto, cuando parecía que su vida se había estabilizado, recibe un nuevo golpe y pierde la única persona que le quedaba, así que decide cambiar su vida completamente: dejar su trabajo y mudarse a un pueblecito donde comenzar de nuevo. El destino escogido es Wellington, y el título tan curioso del libro, es así porque este pequeño pueblo tiene una tasa de mortalidad muy baja, y Emma lo ve como algo positivo, pues así no puede perder a nadie más.
En su nueva vida, descubrirá una pequeña cafetería conocida en Wellington por sus bagels, y casualidades de la vida o del destino, Emma encontrará en esa cafetería su nuevo comienzo. Empezará a trabajar como camarera para echarle una mano a David, que regenta la cafetería el sólo y poco a poco vemos como entre ellos va a surgir algo, pero David no termina de abrirse hacia ella. El por qué, lo iremos descubriendo poco a poco, así como el significado de una norma muy estricta que David impone a cambio de darle el puesto de trabajo (no os diré que es para no spoilear).
Es la primera novela que he leído de la autora, y la verdad es que me ha encantado; no podía parar de leer hasta que al final lo terminé en tan sólo un día. Tiene una pluma ágil y fresca, que hace que mantengas la vista en las hojas. Los personajes son muy interesantes, pero lo más importante es que se muestran muy reales: Emma ha sufrido y eso se nota en sus páginas, pero David, también parece ocultar el peso de un pasado que le hizo sufrir. Aunque nos deja entrever un poco quizás que es lo que ocurrió, en realidad no sabemos nada hasta que la autora quiere, pues nos mantiene con la intriga hasta que finalmente descubrimos todo; y tengo que decir que ha habido alguna cosa que no me esperaba para nada. Así que, si os llama la atención, os lo recomiendo completamente.
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