La vida de la joven agente del CNI dará un giro de ciento ochenta grados cuando le comuniquen su próxima misión. Dabria deberá viajar a San Petersburgo, convirtiéndose en Babette, una joven universitaria, con el único propósito de enamorar al heredero de las Tres K. Lo que debería ser la misión más importante hasta el momento, se convierte en el tormento diario de la pequeña mulata. Su carácter fuerte y racional, junto con su pragmática mente corren peligro. Mikhail Korsakov es todo lo que Dabria no espera y todo lo que añora. Le demostrará que ser un chico egoísta, arrogante y frío no es contrario de cariñoso, divertido y leal. Eso sin contar que es perjudicialmente sexy. Sólo hay algo que podría arruinarlo todo: un engaño, una mentira, una traición, que pueden dar lugar a dos corazones devastados. ¿Acabará Dabria siendo presa de su propio engaño? ¿Derribará Miki el enorme muro de hielo que los separa o, por el contrario, será ella quien deje que lo derrita?
Reseña
Lágrimas de hielo nos adentra en la vida de Dabria, una agente del CNI que se embarcará pronto en su nueva misión. Dabria siempre ha amado su trabajo, es lo mejor de su vida, junto con su abuelo (la única familia que le queda) y por ello le dedica la mayor parte de su tiempo.
Dabria se tendrá que adentrar ahora en una nueva misión: descubrir y destapar los sucios negocios de las Tres K, la más grande y conocida mafia rusa, dedicados al mercado de armas, drogas de diseño y al tráfico de mujeres. Las tres K están compuestas por varias familias, y una de ellas son los Korsakov; Dabria tendrá que infiltrarse en San Petesburgo e intentar acceder a la familia de los Korsakov, en especial, acercarse al futuro jefe: Mikhail Korsakov, deberá hacer que se enamore de ella y llegue a confiar tanto, que le permita acercarse a estos sucios negocios. Pero, a pesar de intentar prevenirse a si misma, sobre el peligro de esto, y que no es más que un trabajo más, Dabria (en adelante Babette, pues es su nueva identidad), no podrá evitar descubrir que Miki es algo más que el tipo arrogante y egoísta que aparenta.
Con su traslado a San Petersburgo, Babette comienza una nueva vida, como profesora de baile en un gimnasio y estudiante de erasmus. Esta es ahora su nueva vida, y tendrá que seguir con este papel hasta el final. Pero, ¿conseguirá acercarse lo suficiente a Mikhail?
Esta ha sido una historia que he disfrutado mucho, tanto por la historia en sí, como por los personajes. Miki puede ser un personaje díficil pues, al principio es un tío arrogante, egoísta, que sólo busca lo que quiere y que no le importa estar con una mujer diferente cada noche (ellas no están obligadas, por su supuesto, pero saben que nunca más se repetirá). Creo que es muy acertado este carácter con el que nos presentan a Mikhail, pues es el futuro heredero de la mafia, y creo que este papel para él, es como tiene que ser.
Babette (Dabria), una mulata que tiene claro que un hombre no va gobernar su vida, ni a decirle lo que puede o no hacer, y no duda en plantarle cara a Miki en ciertos momentos, algo que me ha encantado. Lo que Babette no podría esperar es que bajo esa capa de tío duro que presenta Miki, se esconde una persona muy humana, que la autora nos demuestra a lo largo de las páginas, y no sólo eso, sino que también nos acerca a toda la familia Korsakov, y nos la presenta como una familia muy unida, a pesar de los negocios a los que se dedican.
No quiero contaros mucho más, pero creo que es una historia que podéis disfrutar si os gusta el género, a mi me ha enganchado de principio a fin y estoy deseando leer el segundo libro. Quizás he echado en falta un poco más de detalle en cuanto a los negocios de las Tres K o del propio CNI, pues se centra más en la historia romántica que en la otra parte (si que aparecen algunas escenas de esto, pero muy poquitas), pero como es el primer libro de la trilogía, supongo que seguiremos conociéndolos en la segunda entrega.
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