Barbara Ross, tras la muerte de su único pariente, se ve obligada a viajar desde Edimburgo a Londres para ponerse a cargo del tutor elegido por su tío para ella. No sabe nada de ese sujeto salvo su nombre: Alan Chambers, vizconde de Maine. Imagina que será un caballero de edad avanzada, como lo era su tío, pero Maine no es, ni por asomo, lo que la muchacha espera encontrar.
Alan Chambers, segundo hijo del duque de Hatfield, ha aceptado la tutoría por la amistad que le unía a Thomas Ross, esperando tener como pupila a una niña. Tampoco él se imagina que va a encontrarse con una mujer en edad de casarse. La atracción que siente por ella desde el primer momento va a ponerle las cosas muy difíciles, sobre todo porque ha jurado no permitir que ninguna mujer domine su vida... como le sucedió a su padre.
Una antigua afrenta y el enfermizo deseo de venganza de un hombre, unido a la codicia de poseer una famosa esmeralda, propiedad de Barbara, harán que sus vidas peligren y que deban poner a prueba la fuerza de su amor.
Reseña
Esta es la primera novela que leo de la autora, y la verdad es que ha sido una historia bonita que he disfrutado. Para los que ya me conocéis un poco, este tipo de historias de romántica de época me encantan, así que cuando vi esta trilogía, tenía que leerla.
En ella nos encontramos con Bárbara, una joven que acaba de perder a su tío, la única familia que le quedaba, que cuidó de ella cuando quedó huérfana. Ahora, tras la muerte de este y con la lectura del testamento, ha descubierto que su tío dispuso que marchara a Londres, con su tutor a su cargo: Alan Chambers. Bárbara no puede creer que su tío le haya hecho esto como última voluntad, pero se verá obligada a cumplirla, así que en las primeras páginas vemos como se traslada desde Escocia, hasta Londres, a su nueva vida.
Alan por su parte, espera a una niña de no más de ocho o nueve años, y quedará muy sorprendido cuando conozca a Bárbara, que ya tiene veintitrés. Alan es un hombre que tiene claro que nunca va a casarse, no sabemos por qué, pero parece que sufrió en el pasado y por ello no confía en el amor. Poco a poco iremos descubriendo qué fue lo que le ocurrió para que ahora piense así.
A la llegada de Bárbara a su nuevo hogar, se produce un encuentro de lo más divertido, pues todos esperan a una niña y cuando la descubren, piensan que es la institutriz de la niña.
Aclarada la confusión, Bárbara comienza su nueva vida, y Alan se verá obligado a solicitar una dama de compañía, pues no está bien visto que él viva sólo con una joven en edad de casamiento. Veremos como los caracteres de ambos protagonistas chocan, pues Alan quiere imponer sus normas y Bárbara no está dispuesta a renunciar a su libertad por nada del mundo.
Ha sido una historia que he tardado poquito tiempo en leer, una lectura fresca y sencilla, que si os llama la atención el género, os recomiendo totalmente para pasar un buen rato acompañados de estos personajes. Tiene también una parte interesante que rodea los negocios del tío de Bárbara y una preciosa esmeralda que ésta ha heredado del mismo, que le darán una trama secundaria bastante interesante también.
¡Hola Andrea!
ResponderEliminarNo conocía esta autora, gracias por tu reseña, creo que "una lectura fresca y sencilla" es la indicada para estos días de cuarentena, ideal para distraerse y pasarla bien leyendo.
Me apunto la trilogía "Un romance en Londres", ya te comentaré qué tal ;)
¡Nos leemos!
Un gran abrazo virtual.
Mava (Marianna 2.0) ♡
Hola! Se ve interesante, asi que me lo anoto, a ver si puedo leerla pronto.
ResponderEliminarBesos.