En los dorados años veinte triunfan las colecciones de vestidos espectaculares y el genio de Coco Chanel. Fanny está cansada de las anticuadas prendas que se venden en los almacenes de su familia en Alemania y quiere comenzar una nueva vida en París como diseñadora.
En 1946, su hija Lisbeth lucha por su supervivencia en Fráncfort, una ciudad totalmente asolada tras los bombardeos, y por la casa de modas de sus antepasados. Su ingenio le permitirá conducir el negocio a una nueva época, aunque para ello deberá pagar un precio muy alto.
Para Rieke, en 1971, el amor es más importante que los negocios. Pero, cuando la empresa familiar se enfrente a la ruina, ella tendrá que tomar una decisión trascendental...
Reseña
La casa de las modas es una novela ambientada a lo largo del siglo XX en Alemania. En ella se narra la historia familiar de tres generaciones de mujeres en torno al negocio familiar, sus aventuras y desventuras, el equilibrio personal y profesional, y los sentimientos de pasión por la moda o la obligación por seguir adelante.
La historia comienza con una carta fechada en el año 2000 dirigida a Judy, por lo que se puede adivinar de la misma, la persona que escribe la carta y Judy están relacionadas de alguna manera, pero no sabemos cómo. Con esta carta el remitente quiere contar a Judy todo lo que sabe sobre las mujeres de su familia, dando pie así al comienzo de la historia.
Nuestras protagonistas en torno a la casa de modas son Fanny (abuela), Lisbeth (hija) y Rieke. Es cierto que la historia comienza con la anécdota de Hilde (bisabuela) y cómo terminan reventando una corsetería. Pero como decía, la historia se centra en Fanny, Lisbeth y Rieke (os recomiendo, sobre todo al principio, construir un esquema de relaciones de los personajes). Cada una de ellas vive una etapa distinta del convulso siglo XX pero todas, de una manera u otra y por distintos motivos, encuentran refugio en la moda.
Como personaje transversal encontramos a la tía Alma que parece aparecer justo cuando se la necesita, cuando nuestras protagonistas están atascadas, la tía Alma no solo representa la lucha de las mujeres por tener los mismos derechos sino también por convencerse a sí mismas que pueden. Podría recordar decenas de pasajes de libro o ninguno, todos igual de importantes o banales… al final no deja de ser una historia familiar.
Entre los personajes, mi favorito es Lisbeth quizá por que, a priori, es la que se enfrenta a
mayores dificultades: su relación con su madre es inexistente, vive la Segunda Guerra Mundial, no se permite expresar sentimientos y no se lo permite a sus hijos… simplemente es una superviviente.
Por último, algo que me ha gustado mucho (aunque al principio me costaba ubicar a los personajes y establecer relaciones entre ellos) es que la narración no es lineal: cada capítulo se dedica a una de nuestras tres protagonistas, y conforme avanza la historia esos capítulos estancos van conectándose y pasajes contados por una de ellas nos permiten conocer porque otra actualidad de una forma u otra. En fin, una historia muy recomendable y de las que se queden en la memoria.
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