En el Año de Gracia de 1192, después de veinte años de exilio como caballero templario en Tierra Santa, Arn de Gothia vuelve a Götaland, su tierra, con grandes proyectos y una enorme fortuna para realizarlos. En primer lugar, ansía reencontrarse con su amada Cecilia para formar una familia y, en segundo, tiene que pensar en una forma de buscar la paz entre los linajes enfrentados. Arn trae consigo un grupo muy variado de constructores, artesanos y médicos, tanto cristianos como sarracenos, que aportarán sus conocimientos para ayudarle en su tarea. Este será el punto de partida para una nueva época en toda Europa que pondrá los cimientos sobre los que se asentará un nuevo concepto de Estado.
La épica batalla de Gestilren, en 1210, es el punto culminante de Regreso al Norte, la tercera y última parte del relato de Jan Guillou acerca de Arn Magnusson y Cecilia Algotsdotter y de la creación del reino de Suecia a finales del siglo XII.
Reseña
Regreso al
norte, es la tercera y última entrega de Trilogía de las Cruzadas. La historia
continúa en el año 1192, con la vuelta de Arn a su hogar. Concretamente la
historia da comienzo con su llegada al monasterio de Varnhem. Tras 20 años
parece que nada ha cambiado, sin embargo, el transcurrir de los años ha afectado
a las personas que en él habitan: le recibe un joven que no lo reconoce, pues
cuando Arn partió probablemente ni había nacido, algunos de sus seres queridos
han fallecido ya como es el caso del Padre Henri.
En esta última entrega el autor se centra mucho más en los personajes, ya no nos encontramos con historias paralelas separadas en el espacio, sino que la historia se desarrolla de manera más fluida y las relaciones entre los personajes son más fáciles de seguir. Además, por fin descubrimos cual es la verdadera misión de Arn; bajo mi punto de vista, la primera parte de la trilogía me ha servido para dotar de contexto a la historia, la segunda para conocer más a Arn y ver cómo se forjan sus creencias y forma de actuar, y la tercera parte, el culmen de un héroe que lucha por construir algo mejor siendo fiel a sus ideales.
A pesar de
todo, Arn mantiene intacta su fe, sabe que los que ya no están han sido
bondosos y están en un lugar mejor, no le genera intranquilidad su ausencia
aunque sí tristeza. Tiene una misión mayor y la primera muestra de ello es el
“equipaje” que se apresura a poner a buen recaudo dentro del monasterio: tres
carruajes repletos que le ayudaran a completar la misión que le ha llevado de
vuelta a casa tras más de 20 años luchando por su fe en Jerusalén:
“No solo construiría una iglesia santificada en honor al Sepulcro del Señor, para enseñar
a los hombres que Dios estaba donde estaba el hombre y que no hacía falta
buscarle en guerras en países lejanos: la misión aún más grande que le había
confiado era crear la paz mediante la preparación de una fuerza tan superior
que hicieses imposible la guerra”.
Y para ello se mantendrá fiel a su fe y
a los ideales que le convirtieron en una leyenda de la Orden del Temple.
Si bien este
libro viene a completar la trilogía de las cruzadas lo hace desde una
perspectiva muy interesante, ya que la historia se vuelve a centrar en Gotaland
con el regreso de nuestro templario Arn. Convencido de que su misión no ha
finalizado se propone, quizá su misión más importante, que es la de establecer
un nuevo orden en su país y acabar con la guerra que lo asola desde que el era
un niño. De esta manera, se propone que vuelva la paz a su país, sentando las
bases de un nuevo modelo de estado que constituirá la forma de gobierno en los
estados europeos durante los siglos posteriores. De esta manera, de alguna
forma, Arn recupera su vida: vuelve con su familia, amigos, con Cecilia a
formar una familia tras dos décadas alejados.
En esta última entrega el autor se centra mucho más en los personajes, ya no nos encontramos con historias paralelas separadas en el espacio, sino que la historia se desarrolla de manera más fluida y las relaciones entre los personajes son más fáciles de seguir. Además, por fin descubrimos cual es la verdadera misión de Arn; bajo mi punto de vista, la primera parte de la trilogía me ha servido para dotar de contexto a la historia, la segunda para conocer más a Arn y ver cómo se forjan sus creencias y forma de actuar, y la tercera parte, el culmen de un héroe que lucha por construir algo mejor siendo fiel a sus ideales.
En
conclusión, para mi supone un giro (inesperado he de decir) sobre la segunda
parte de esta trilogía, ya que ha conseguido recuperar mi atención, cogerle cariño
a los personajes (después de tantas páginas decir lo contrario sería mentira) y
descubrir la historia de Arn y de Suecia.
Hola gracias por la recomendación no me he leído los libros anteriores y no suena nada mal la trilogía puede que me lo apunte. Saludos
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