¿QUÉ OCURRE TRAS LAS PUERTAS DE NUESTROS VECINOS?
Es un edificio de tres pisos en un barrio tranquilo de la ciudad. Las plantas de la entrada están podadas con esmero, el interfono recién renovado y los coches estacionan de forma ordenada. Desde los apartamentos no se oye música fuerte ni ruidos molestos. Reina la quietud. Y, sin embargo, detrás de cada una de las puertas, la vida no es tan silenciosa ni tranquila. Todos los vecinos tienen algo que contar. Un secreto que confesar.
Reseña
Tres pisos es una novela muy cortita, apenas si tiene 300 páginas. En
cuanto a la historia podríamos decir que es ¿costumbrista? ¿un golpe de
realismo? No sabría muy bien en que género englobar esta novela (si no fuera
porque es una ficción diría que se trata de un ensayo sobre el ser humano). Sin
duda se trata de una novela que, a pesar de su corta extensión, en ocasiones no
es fácil de leer: cada una de sus historias comienzan como algo trivial que se
va enrevesando y a los personajes cada vez les cuesta más ver con claridad o
intentar hallar una salida.
Esta novela nos cuenta tres historias, una por cada planta del edificio.
La primera de estas historias se centra en la típica familia joven que reside
en la primera planta: papá, mamá y sus dos niñas. Esta primera historia es
contada por el padre y en ella vemos como, consecuencia del ajetreo del día a
día, y por ser la solución más cómoda, dejan a su hija mayor (apenas una niña)
al cuidado de sus vecinos, un matrimonio jubilado. Hasta ahí todo bien, si bien
vemos como se va incrementando la angustia del padre de la niña al observar
cambios de comportamiento en ella.
La segunda de las historias, una vecina del segundo piso que, a través de
una carta, intenta explicar cómo se siente, sus miedos por si ella o sus hijos
heredan la enfermedad de su madre, el miedo a no poder hablar con alguien que
la entienda, sus ansias de
tener una amiga del colegio de sus hijos que la entienda o que esté atravesando
por lo mismo, y la sensación de abandono cada vez que su marido realiza un
viaje por su trabajo.
En la tercera historia, la vecina del tercer piso trata de comunicarse con
su difunto marido. A pesar de parecerle una situación bastante ridícula,
tiene la necesidad de contarle a alguien cómo se siente tras su
pérdida, las sensaciones que ha experimentado en el último año y cómo le ha
afectado escuchar su voz en una grabación tras un año sin oírla.
En cuanto a los personajes me resulta
difícil catalogarlos, juzgarlos o alabarlos: en primer lugar, muestran cómo
afrontan difíciles situaciones, cómo sobreviven a ellas tratando de protegerse
a sí mismos y a sus seres queridos, y a la vez tratando no ser juzgados por la
sociedad; y en segundo, soy incapaz de
juzgarlos porque ante situaciones similares ¿cómo reaccionaría yo? ¿y vosotros?
En definitiva, se trata de una novela diferente que te hace pensar en las
situaciones a las que nos podemos enfrentar en la vida y las mil formas de
afrontarlas (con el miedo de ver que los personajes quizá se equivocan, o quizá
no, y que nosotros podríamos afrontar de igual forma que ellos).
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