El águila negra

Tania Sexton| AUTOR
Lxl  | EDITORIAL
726| PÁGINAS

Año 1850, Irlanda. Ivette estaba en una tierra extranjera, era muy joven, sin madurar y, para colmo, ante esos irlandeses era Iván, el primo pequeño de Hans. No sabía cuánto tiempo podría aguantar esa farsa o cuánto tardarían los habitantes del castillo en darse cuenta de que ella era una muchacha de quince años. Pero, sobre todo, no podía aguantar que ese hombre tan atractivo, el dueño del castillo El Águila Negra, la tratara de malas maneras; porque para John Connolly, ella era él. Un muchacho demasiado guapo, demasiado enclenque y demasiado sucio, y tendrían que hacerle un hombre de provecho, pues siendo así, con ese aspecto afeminado, no llegaría muy lejos. Pero lo que no sabía la hermosa niña era que cuando ese hombre descubriera la verdad, se oirían sus rugidos en el profundo infierno y su porvenir quedaría en sus manos, disponiendo su futuro como él considerase oportuno. Y lo que tampoco sabía, pues algo así ni se le pasó por la cabeza en momento alguno, es que cuando John Connolly descubriese la verdad… algo que había perdido tiempo atrás, pero que no estaba olvidado, se revolvería dentro de sus entrañas con más fuerza, con más violencia que nunca, provocando sentimientos muy superiores a lo vivido, a lo ya gozado. Pero para que eso ocurriera, la preciosa Ivette tendría que madurar, crecer y esperar para que ese hombre la viera con otros ojos, para que ese hombre sintiera la llama del deseo devorando su interior y, también, la mordida de los celos. Y para que la pequeña Ivette… descubra el secreto que oculta John Connolly.

Reseña

El águila negra nos adentra en la historia de la pequeña Ivette, una joven que se ve obligada a huir de su casa con su primo Hans, para no ser entregada por sus propios padres a un viejo depravado. 

La historia comienza presentandonos a los padres de Ivette, una familia sin moral alguna, pues el padre convenció a su madre hace años para que mantuviera relaciones con el viejo amo con tal de sacarle el dinero. Y ahora, cuando su pequeña hija ya tiene dieciséis años, no duda en utilizarla también. 

"—No me vengas con estrecheces —decía Anthonis, con voz exaltada, pero en murmullos.

—Pero…

—¡Ni peros ni hostias! El viejo me lo ha prometido, y lo que promete lo cumple. Todo esto será nuestro si le damos a la niña."

Pero Hans lo descubre y huirá con su prima Ivette. Para ello, Ivette tiene que convertirse en Iván, puesto que en El águila negra, no aceptan mujeres. Así comienzan su nueva vida, pero pronto, el dueño del Águila, el señor John, descubre la mentira y decide enviarla a Dublín para convertirla en una señorita. Desde que John descubre la mentira, iremos viendo la atracción que existe entre ambos.

La novela está narrada en tercera persona, con una pluma ligera y fluida; si bien es cierto que algunas partes de la historia me han parecido un poco más lentas y en algunos repetitivas, pues son más de setecientas páginas. Pero en general, la historia está entretenida, y además incluye una parte de intriga con el secreto que oculta John Connolly, que no es otra cosa que una pequeña ocupación paralela que lleva a cabo (que no voy a contaros porque sería spoiler).

En cuanto a personajes, he odiado a algunos personajes masculinos a lo largo de la novela, más que nada, por su comportamiento, en el que creen que pueden hacer lo que quieran con la mujer, pero sin olvidar que es una novela ambientada en el 1850 y eso en aquella época era lo normal. Aún así, por ejemplo John, muestra dos facetas, la buena (que es la que me ha gustado de él, pues a veces es un hombre cariñoso y atento) y la mala (cuando se comporta como si todo lo que el dijese es ley). Pero en general la historia me ha gustado a pesar de esos pequeños matices que os comento.

"—Pues entonces ven a la mía. Nadie se enterará, seremos discretos —añadió, llegando con su mano al pubis de ella y tocando a través de su ropa interior. Ivette se retorcía y cerraba sus muslos con fuerza. Los podría haber abierto con un simple apretón, pero no quería lastimarla.

—No, por favor, suéltame. Te lo ruego —suplicó, queriéndose separar de ese hombre, de esa fuerza poderosa que eran sus brazos y su torso. Él se enfadó.

—¿Qué demonios significa esto? ¿Estás jugando conmigo?

—No —susurró."

En definitva, una historia sobre amor, ambientada en una época donde la mujer tenía poca opinión, pero a pesar de ello, Ivette consigue hacerse su hueco e intentar defender sus derechos (aunque en algunos momentos también la odié por ser tan permisiva). Aún así, como os digo, he tenido en cuenta el año en el que se ambienta la novela, y es una novela que he leído en poquito tiempo.