Mi maldita droga dura

Noelia Medina | AUTOR
Autopublicada | EDITORIAL
293| PÁGINAS

Nicolle tiene diecisiete años, poca maldad y varios frentes abiertos que la obligan a volver a Francia, su ciudad natal. En su vida se cruza irremediablemente Marc Ferrera, un imponente hombre separado, mucho mayor que ella, y padre de su mejor amiga. Será quien pueda ayudarla a solucionar sus problemas. O no. También puede convertirse en la gran piedra de su camino, en su mayor adicción. Por otro lado, Eric, un malabarista callejero que habita en el barrio bohemio de París, capaz de hacer magia con las manos y con los sentimientos. Una intensa, morbosa y erótica historia que habla del tabú en su máxima potencia y de manera explícita entre un hombre experimentado y una niña inocente a la que el sexo le cambiará la vida. Un hombre adicto al sexo. El padre de su mejor amiga. El novio de su madre. Su maldita droga dura.

Reseña

Mi maldita droga dura nos adentra en la vida de Nicolle, una joven de diecisiete años que se traslada de nuevo a Francia por las circunstancias familiares del momento. Ser la hija de una gran bailarina retirada no le hace la vida más fácil; su familia se encuentra en una mala situación económica y Nicolle busca una forma de conseguir dinero para ir a un viaje con sus amigas. Lo que Nicolle no esperaba era encontrarse en este trabajo con Marc Ferrera, un hombre que le saca unos cuantos años y que además, es el padre de su mejor amiga.

"-Yo soy ese maldito animal, Nicolle- señalo el cuadro con el dedo índice, muy tenso-.. Soy un jodido animal. Y tienes que apartarte de mí, porque ya  sé que no razono cuando estás cerca, y después de esto...

-Pero...- intentó hablar, pero él no se lo permitió.

-Vete- le pidió, más bien exigió, bajando el tono de voz, apretando la mandíbula y apartándose a un lado para dejarle espacio. "

Será su amiga Gala la que le conseguirá el trabajo en su casa para ganarse el dinero que le pagará el viaje. Desde el primer momento vemos la tensión que existe entre ambos (Nicolle y Marc). La verdad es que chocó bastante la historia entre personas de tanta diferencia de edad. Por eso creo que la autora ha llamado a la serie Tabú, porque la creo que la edad es algo que tenemos muy en cuenta y puede parecer raro que ambos se lleven tanto. Pero la verdad es que, al margen de eso, la historia me ha enganchado desde el principio.

Marc es un hombre implacable, tiene una gran empresa de la que es dueño y conoceremos también que es un hombre adicto al sexo. Al principio veremos que tiene muy claro que no se piensa acercar a Nicolle, y además es bastante distante con ella; pero poco a poco veremos sus avances y acercamientos.

"Era consciente de su problema, de su poco autocontrol, de su amor desbocado por las mujeres, que eran su vida, su pasión, su secreto más oculto. Era conocedor de su propio demonio, aquel que lo perseguía desde casi que tuvo uso de razón. Pero nunca le había ocurrido con una niña.

Una niña de la edad de su hija.

Joder."

Nicolle es una joven bastante madura, que sabe que su familia tiene problemas, y no duda en ponerse a trabajar para no tener que depender ni gastar el poco dinero que su madre consigue. Desde el principio se muestra claramente atraída por Marc (más que nada creo que por la situación y que le gusta la diferencia de edad).

La novela está narrada en tercera persona, mostrándonos a ambos personajes y como se van sintiendo a lo largo de la novela. La pluma de la autora me ha atrapado desde el principio y más según pasaban las páginas.  

En definitiva, es una novela que he leído en poquito tiempo y tengo ganas de seguir con la historia para saber que les deparará a ambos protagonistas. Si bien es cierto que a pesar de haberla terminado, me sigue chocando un poco la diferencia abismal de edad entre los personajes.