Cuando se juntan el hambre con las ganas de comer, surgen historias como la que tienes en tus manos… Dos policías, compañeros de trabajo, que se odian. Una sala de interrogatorios y un polígrafo que probar, con la mala suerte de no poder mentir. Y, lo mejor de todo, una intensa atracción sexual no resuelta. Noelia Medina y El Vecino del Ático unen sus plumas para sumergirte en una corta pero intensa explosión literaria..
Reseña
El polígrafo sexual, sí, habéis leído bien 😂😂, nos adentra en la vida de los agentes Garrido y Martínez, que acaban de recibir la misión por parte de su jefe de probar el nuevo polígrafo que ha llegado a comisaría. Lara parece reticente a aceptar, pues se encuentra inmersa en un caso muy importante, sobre el asesinato de un inmigrante, pero finalmente, las órdenes son órdenes, y no puede negarse a realizar las pruebas del polígrafo.
Como podéis imaginar por el título de la novela, aunque las primeras preguntas son las típicas como el nombre, apellidos, edad, enseguida Daniel empieza a hacer preguntas subidas de tono de lo más interesantes, y la gracia viene cuando responden unas cosas, pero claramente el polígrafo dice lo contrario. Desde el principio vemos que hay tensión entre ambos, aunque según Lara, no lo soporta, pero creo que tampoco le ha dado la oportunidad de conocerlo y simplemente lo ha juzgado por como se comporta en el trabajo.
Además, paralelamente a este pequeño juego, nos adentramos en el caso policial sobre un hombre que apareció en el canal del río, e investigando el caso parece ser importante. No os cuento mucho más, porque al ser una historia cortita, no quiero haceros spoiler. Pero encontraremos esta dualidad de dos temas completamente diferentes, como son el caso policial, mezclado con los encuentros entre ambos protagonistas, puesto que tras el primer encuentro del polígrafo, está claro que las chispas saltan entre los protagonistas...
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