Durante un día de playa en Florida en 1988 Maeve Donnelly vive dos momentos extraordinarios: primero, Daniel, el chico de sus sueños, la besa; segundo, un tiburón de puntas negras la muerde. Dieciocho años más tarde, y convertida en una reconocida bióloga marina, Maeve regresa al excéntrico hotel regentado por su abuela en la idílica isla en la que creció.
Y allí descubre algo más que los atardeceres de ensueño y las tartas de lima que tanto ha echado de menos. Un encuentro fortuito la devuelve a una inesperada encrucijada: ¿será capaz de perdonar a Daniel, el primer amor que dejó atrás, sus errores de juventud y retomar su historia? ¿O debe tomar en serio lo que comienza a sentir por Nicholas, el guapo colega que comparte su pasión por el océano?
Reseña
Una historia sobre tiburones y
sobre el "amor" que la protagonista tiene hacia estos. Tras la
mordedura de un tiburón de puntas negras cuando era pequeña, Maeve se
obsesionándose tanto con
los tiburones como
para dedicar toda su vida a ellos.
"Me ha mordido un tiburón y se ha
ido"
Su dedicación con los tiburones ya le trajo problemas en su relación en el pasado, pero ella no abandonó su sueño de conocerlo todo sobre estos increíbles animales.
"Te comportas como si fuera a irme de vacaciones. Pero esto es para mi tesis. Es una de esas oportunidades que solo se presenta una vez en la vida"
Tras unos años, vuelve al hotel donde creció en Palermo. Allí, además de reencontrarse con su hermano y su abuela, se encontrará con alguien muy inesperado que dará un vuelco a su vida.
Maeve deberá decidir si sigue con su vida y dedicación hacia los tiburones o si decide revolver en el pasado.
Los personajes están bien detallados, entendemos en todo momento lo que piensan y sienten.
Maeve es la
protagonista, a la que ya hemos conocido, una mujer de 30 años, que tiene las
cosas claras sobre lo que quiere hacer en su vida.
Nicholas es un amigo y compañero de trabajo de Maeve. Su especialidad son las mantas y tiene la misma obsesión con ellas que Maeve con los tiburones.
Daniel el primero amor de Maeve, que dejó atrás en el pasado. Se convirtió en un reputado chef y por casualidades de la vida se vuelven a encontrar. Es un hombre con responsabilidades que debe afrontar.
En cuanto a la trama, el libro está bien estructurado, con una historia lineal en el tiempo. No se hace pesado de leer, sino que es una lectura rápida y fluida. Si bien me ha faltado un poco más de acción o más descripciones en los aspectos amorosos. La mayor parte de la historia se centra más en los tiburones que en otro tema. Pero es una historia interesante y diferente.
En definitiva, es una historia que está entretenida y con la que podéis pasar un buen rato.
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